Para abastecer de materia prima a la planta de biomasa se necesitará la plantación de entre 500 y 1.000 hectáreas de cultivo energético, que los agricultores de la zona podrán cultivar con los conocimientos, tecnologías y recursos materiales de que disponen en la actualidad, al ser plantaciones similares a las que se hacen en la zona.
Según los estudios realizados, la planta utilizará unas 30.000 toneladas anuales de cultivos agrícolas, creará 20 empleos estables directos y permitirá generar electricidad limpia equivalente al consumo de 5.000 hogares, con una inversión cercana a los 14 millones de euros.
Población rural
Desde el equipo de gobierno local se asevera que se eligió este proyecto debido, principalmente, a tres factores fundamentales. El primero es fijar la población al mundo rural, asegurando la producción en casi un 10 por ciento de la superficie productiva cultivable.
Por otro lado, se pretende fomentar el respeto al medio ambiente con la generación de energías limpias y renovables, contra la utilización de combustibles fósiles.
Por último, cabe destacar que el calor excedentario de la planta de biomasa se destinará a la climatización de la futura piscina climatizada, con un ahorro energético, según el proyecto, de unos 350 kilovatios por hora, lo que hará más viable el funcionamiento de esta instalación.
Por su parte, la primera edil de Moraleja, Teresa Roca asegura que ante «la gravísima situación económica de las arcas municipales, no será esta la única medida medioambiental y de creación de empleo que se realice para el progreso del municipio».
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