Aunque la llegada de Ikea a Arroyo de la Encomienda va a suponer un impulso en el mercado laboral vallisoletano, parece que no va a ser en igualdad de condiciones para todos. Porque aunque la Mancomunidad de Montes Torozos se encarga de la recogida de currículos para optar a formar parte de los 2.000 empleos que va a generar la multinacional sueca, alrededor de 800, en cuanto empiecen las obras, sólo se limita a los vecinos de cuatro municipios.
Arroyo, Zaratán, Ciguñuela y Geria son las localidades que optan a esta oferta debido a que son «los que pagan el servicio laboral de la mancomunidad». Esa fue la explicación que dio el presidente de este organización, el también alcalde de Zaratán, Carlos Carranza, quien indicó que «los habitantes del resto de pueblo tiene que dirigirse directamente a sus ayuntamientos», aseguró.
Una aclaración que llegó después de que varios vecinos de Simancas o Villanuela regresaran a su casa con los currículos después de que en la mancomunidad no les recogieran la documentación. «Este servicio es opcional y sólo somos cuatro los municipios que pagamos», añadió Carranza quien valoró en «alrededor de 10.000 euros el gasto que nos produce al año».
El regidor aclaró que «los servicios de alcantarillado o recogida de basuras sí que son obligatorios, mientras que éste se ofreció a todos pero hubo muchos que no quisieron entrar a formar parte».
Eso sí, Carranza manifestó que «eso no significa que los vecinos del resto de pueblos no puedan entrar a trabajar en Ikea, sino que la mancomunidad no les recogerá los papeles». Pese a ello, parece que los demandantes de Arroyo y Zaratán cuentan con más opciones puesto que la política de Ikea es tener prioridad en la contratación de personas que residen en los municipios en los que instala sus empresas.
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