2.000 puestos de trabajo en Cordoba

La construcción del centro de congresos de Córdoba permitirá crear 2.000 puestos de trabajo -no se especifica si directos e indirectos- durante los 30 meses en los que se encuentra planificado el proceso para levantar el edificio, de seis plantas sobre rasante y dos de subsuelo, que acogerá un centro de congresos con dos auditorios cubiertos (con 1.955 y 630 plazas) y dos descubiertos, uno de los cuales se encuentra en la escalinata de acceso desde el parque.
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El proyecto explicita que el diseño, y el presupuesto, se circunscribe al desarrollo de las obras del edificio pelado y mondado. Por ejemplo, se han quedado fuera todos los trabajos de urbanización exterior y de adecuación con el entorno, que consisten en la creación de una gran plaza entre el futuro C4 y la zona congresual. También se ha dejado fuera la creación de un parking independiente, en el que trabaja la empresa municipal Vimcorsa. El edificio diseñado por Rem Koolhaas limita la zona de aparcamiento a 100 plazas después de la decisión de reservar parte del sótano para la Orquesta de Córdoba y de las necesidades de eliminar el gran estacionamiento inicialmente planteado por razones puramente presupuestarias.

El hecho de que ambas iniciativas queden fuera del proyecto pone en entredicho la magnitud de las cifras, que hasta ahora son simples previsiones. Urbanismo reconoce que ha puesto de su parte todo lo posible de cara a evitar que el presupuesto mismo dé sorpresas cuando se inicien las actuaciones. De este modo, la Gerencia ha contratado, por 20.000 euros, una consultora externa para realizar el control de calidad del proyecto (lo normal es hacerlo de la obra), que ha pagado el propio Ayuntamiento al estudio holandés OMA. El trabajo de esta consultora ha sido, básicamente, contrastar todos los datos que aparecen en la documentación técnica para evitar errores que impliquen una subida de los costes. Básicamente, en los proyectos se incluyen los elementos constructivos y los precios de referencia de todos los materiales que se utilizan con el objetivo de hacerse una idea real del montante definitivo. No es habitual que se lleven a cabo estas revisiones por parte de empresas externas al Ayuntamiento y son los técnicos de los servicios de proyectos quien se suelen encargar de realizar una evaluación de los diseños que se encargan a arquitectos ajenos a la estructura municipal.

En Urbanismo aseguran que no hay peligro de desviaciones sobre el precio de adjudicación, que tendría que asumir el Ayuntamiento, aunque en realidad el principal problema del centro de congresos es que, una vez comenzadas las obras, implique gastos extraordinarios que el Consistorio tendría que asumir en solitario. Tanto la Junta como el Gobierno central ya han advertido de que sus aportaciones son fijas. Eso implica que todo lo que el Ayuntamiento pueda ahorrarse mediante una licitación a la baja -propia de momentos de crisis como éste- le beneficia en solitario y todas las desviaciones por sobrecostes le perjudicarían en exclusiva.